La gran tarea de la humanidad, si quiere salvarse a sí mismo y a la tierra, consiste en acabar con el sistema crematístico que genera la plaga y democratizar la fortuna de la plutocracia global.
Heinz Dieterich
Que esa plutocracia haya prosperado en la profunda crisis capitalista actual, mientras cientos de millones de personas ven arruinadas sus existencias, no sorprende. Ellos son la nomenclatura que maneja el sistema y lo hace, por supuesto, en beneficio propio. Tiene un doble velo de teflón para protegerse de las masas y de las responsabilidades. Estatalmente teledirigen el sistema a través de sus lobbyistas y peleles políticos en gobiernos y parlamentos; económicamente se ocultan en el anonimato del mercado mundial.
El mercado mundial o el mercado a secas, no es más que un código lingüístico para escamotear al sujeto social responsable de la economía de mercado capitalista. Es propaganda pura que pretende ocultar que esa plutocracia es el mercado mundial, porque son sus decisiones de inversión y ganancia que determinan el bienestar y la miseria de los pueblos. Por eso es tan ridícula la farsa de Bill Gates y consortes con su philanthropic wealth management, la “gerencia de la riqueza con fines filantrópicos”. Lo que hacía el latifundista señorial, “dueño de vidas y haciendas”, en su microcosmos, lo hace esa megaburguesía a nivel planetario, reclamando como el Dios cristiano la inimputabilidad ante sus actos de destrucción.Click para leer más..
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