martes, 28 de abril de 2009
LA HOAC ANTE EL 1º DE MAYO
“¡Qué difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios”
(Evangelio de Lucas 18, 24-25)
Los militantes de la HOAC, ante la actual crisis económica, aportamos nuestra reflexión, nuestra denuncia y nuestro compromiso, ante una situación que está llevando a miles de obreros al paro, sin ninguna perspectiva. La única esperanza es, antes de que se acabe el subsidio, encontrar un trabajo.
Estamos ante una crisis global provocada por el capitalismo, que no tiene salida dentro de este sistema. No se trata de un fallo, o de una falta de regulación financiera, sino que es algo intrínseco al propio capitalismo, como lo son también el paro, la pobreza, las desigualdades sociales, etc.
Hasta ahora, todas las medidas adoptadas para salir de la crisis sólo buscan socializar las pérdidas para asegurar la supervivencia de un sistema basado en la explotación del trabajo y la naturaleza, la privatización de sectores estratégicos de la economía, de los servicios públicos, de los recursos naturales y energéticos.
En esta línea, constatamos que el máximo beneficio se convierte en el valor supremo, siendo la clase obrera un mero gasto económico que hay que abaratar. Se intenta despojar a los trabajadores de su dignidad para que los empresarios acumulen la máxima riqueza. No es de extrañar, triste y dramáticamente, que cuando una multinacional anuncia despidos, aumente su cotización en Bolsa. Sólo se quiere a la clase trabajadora como un elemento del engranaje de la producción y del consumo.
denunciamos:
Que la crisis recae en los mismos: los obreros, los pobres, los pensionistas… “Lo pagan las víctimas siempre”. Además, se pone el acento en los inmigrantes y se pide que se vayan de nuevo a sus países de origen. En este sentido, ha aumentado el racismo y la xenofobia.
Que el capitalismo es intocable. Los gobernantes han dicho que el sistema se va a mantener, que sólo le hace falta una cierta regulación para evitar la excesiva avaricia.
La fuga de capitales a paraísos fiscales.
A los causantes, que son los grandes capitalistas, los banqueros, los gobernantes…; los ricos, quienes no sólo no van a recibir ninguna condena, sino que además se retiran con pensiones millonarias. Sobre cualquier otro ciudadano recaería el peso de la ley.
Que en nuestra región y en nuestro país se da una situación aún más difícil debido a las especulaciones inmobiliarias, al exceso de construcción y a la corrupción.
Que en el actual sistema prima la economía sobre la política, prima el capital sobre el trabajo, la rentabilidad sobre la persona.
Al capitalismo, que se basa en el crecimiento y hay un exceso de producción que llega a ser insostenible.
La privatización de todos los servicios públicos y la mercantilización de la vida. La vivienda, el trabajo, la sanidad, la educación y la alimentación se conciben como elementos especulativos para ganar dinero.
Estas injusticias quedan también reflejadas en el Evangelio de Marcos 11, 42-43: “Sabéis que los que figuran como jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que sus magnates las oprimen”
reivindicamos:
Que la crisis recaiga sobre los enriquecidos; no sobre el salario o el puesto de trabajo de los obreros.
Posibilitar el consumo y servicios a las víctimas de la crisis: los obreros empobrecidos, y no el abaratamiento de precios para los que pueden consumir más.
La defensa de la renta básica para los parados.
No al desalojo de viviendas: Todos los obreros tienen derecho a una vivienda digna.
Potenciar los sindicatos, los movimientos sociales…, como cauces de lucha a favor de los empobrecidos.
Un consumo razonable (porque se puede vivir con menos cosas), y una economía y desarrollo sostenibles.
La defensa de un trabajo digno, estable y seguro.
La lucha contra la precariedad y la flexibilidad laboral, y los expedientes de regulación de empleo. No queremos el abaratamiento del despido.
La defensa de los servicios públicos y de una Banca pública al servicio de los ciudadanos.
La promoción del trabajador; que el trabajo se dignifique, defendiendo el compromiso histórico de 8 horas de trabajo, 8 horas de cultura-ocio y 8 horas de descanso.
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